Han habido muchas cosas que la vida me ha negado y muchas otras que no he tenido la oportunidad de tener. Solo los recuerdos hacen parte de de esas cosas que no me pueden quitar...
La noticia de final de año acerca de la revocación de la licencia de transmisión de la cadena de Radio y Televisión Venezolana, Radio Caracas Televisión (RCTV), disparó en mi un sentimiento de profundo descontento y recalcó una vez más la actitud de desaprobación que siento hacia el "Presidente" Chávez.
Lo anterior es debido a una etapa de mi vida en donde por la época estaba de moda la gloriosa "Parabólica", esta magnificente antena que llevaba a los hogares colombianos un sinnúmero de canales del exterior (en su mayoría peruanos). Pero había uno en especial que tenía especial significación para mí; RCTV y su programa de humor "Radio Rochela". Una transmisión de humor de actualidad venezolana, donde particularmente había un sketch llamado "Los Colombianos", el cual trataba las aventuras de unos inmigrantes colombianos que por medio de la venta ambulante se rebuscaban la vida. Para mí este segmento resultaba ser una ejecución magistral de la risa, pues es muy raro que alguien en Suramérica trate de imitar el acento y la actitud de nosotros. Para la muestra adjunto un link del programa en mención: http://www.youtube.com/watch?v=AQ-HWPVS3TA
No me podrán quitar esas bailadas con la tía guapachosa en las festividades decembrinas con la melodiosa música tropical de La Billo's Caracas Boys y los primeros pinitos salseros de la mano de Oscar D'León. Ni tampoco la danza grupal "Agarrense de las manos", tema insignia de José Luís Rodríguez "El Puma", el mismo que vimos perdido en New York hace algunos años. Mucho menos podrán arrancar de mis entrañas, "El Valle de Balas" de Desorden Público, la porno - música variadita de Los Amigos Invisibles, esa "Fan Enamorada" de Servando y Florentino que cuando la oía me aguaba el ojo y las baladitas obligatorias de buseta patrocinadas por Ricardo Montaner.
Según los periodistas colombianos, la historia ha demostrado que el inicio de muchas dictaduras comienza por la censura, represión y cancelación de los medios de comunicación, como mecanismo de contención para la salida de noticias al exterior, con el ánimo de encubrir el conflicto interno y evitar una intervención militar por parte de los aliados. Si analizamos a profundidad el esquema de gobierno de Chávez, podríamos estar presenciando el preludio de una catástrofe en contra de la democracia. Hechos como la adquisición vertiginosa de material bélico, la permisividad subversiva en la frontera, las alianzas con países funestamente peligrosos del medio oriente, el apoyo de presidentes de izquierda en Suramérica y la implantación de un régimen autoritario apoyado financieramente por la posesión del petróleo, dan fuertes señales de que esta bomba de tiempo política podría llegar a ceros en cualquier instante, acabando con todas esas cosillas venezolanas que tanto apreciamos.
No quiero perder la imagen sublime de Bolívar como el libertador que nos dio la esperanza que unos pocos tratan de quitarnos, ni el humor único y picante de Carlos Donoso con su parranda de muñecos calentones y bizarros. No quiero que me quiten a todas las reinas buenonas que nacen en ese hermoso país (en especial Alicia Machado), ni que se me borre el recuerdo de "Topacio" con sus ojos verdes sufriendo por amor. Tal vez lo que quiero decir es que en Venezuela son más las cosas buenas que las malas (Solo 1) y que desde la capital colombiana y en nombre de todos los que concuerden con este escrito, apoyo con estas letras a RCTV y a su trabajadores para que no pierdan la fe y se mantengan firmes en la lucha, para no perder un producto que desde hace más de 50 años ha sido parte fundamental de la vida de todos los venezolanos.
Nota: El título inicial de este artículo iba a ser "Perdiendo a mis Venezolanos".
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